viernes, 2 de octubre de 2015

No más un Tlatelolco, no más un Ayotzinapa

Cuantas tragedias, tantas desgracias en la línea del tiempo y el dolor no cesan en las familias mexicanas. Del 2 de octubre de 1968 al 26 de septiembre del 2014 seguimos igual, seguimos endebles, ante un gobierno que insiste en la represión y ante una sociedad que insiste en callar o peor aún hacer como que nada sucedió.

En la noche triste de Tlatelolco actuó el Estado, se atacó a estudiantes que protestaban en la Plaza de Las Tres Culturas y en medio de las vísperas de la inauguración de los juegos olímpicos de México 68.

Al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz le interesaba quedar bien ante los ojos del mundo, menos al de los mexicanos, de un día para otro por arte de magia se limpió la sangre, se tergiversó y se manipuló la información en la prensa como hasta la fecha se sigue haciendo.

Hoy habita aún el dolor en los familiares de aquellos jóvenes fallecidos y desaparecidos. Simplemente no hubo justicia, ni un responsable de la barbarie que cimbró al país, 47 años después de los hechos seguimos pidiendo justicia.

En la otra noche triste, la de Iguala, Guerrero, las cosas fueron similar, actuó el Estado, sólo que aquí coludido con la otra mafia, la del crimen organizado. Se ocultó información y se continúa manipulando, las autoridades inventaron lo que para ellos fue "la verdad histórica" y para la mayoría una farsa montada por el sistema.

Pero ante los ojos del mundo al gobierno le interesa quedar bien y que la sociedad supere cada momento donde hay golpes y lastimaduras. Aún no sabemos qué fue lo que realmente pasó con los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y seguimos esperando la verdad.

Los padres, familiares y amigos de los normalistas continúan con su lucha a un año de los sucesos y ante la miopía de las autoridades en aclarar los hechos, y la pregunta es ¿hasta cuándo sociedad? ¿hasta cuándo dejaremos a un lado la intolerancia? esa que cada vez pareciera se a vuelto parte de nuestra idiosincrasia, de nuestra cotidianidad y nuestra cultura.

En memoria de los caídos.

No más un Tlatelolco!

No más un Ayotzinapa!